El Dr. Francisco Javier Vázquez ha sido el responsable de esta
cirugía, en la que también ha colaborado el resto del equipo médico de
Surbone. En palabras de este especialista en cirugía ortopédica y
traumatología, “una prótesis de estas características es la técnica del
futuro. Nada tiene que ver con una prótesis estándar. Es como cuando
encargas un traje a la sastrería. Se adapta perfectamente al cuerpo del
paciente porque está diseñada específicamente para él”.
Con
esta nueva técnica, la intervención es mucho menos invasiva. Al
contrario que en una operación tradicional, no hace falta agujerear el
fémur y la tibia y las complicaciones son mínimas para el paciente.
“Nos
aporta una mayor precisión en la colocación. Además, entramos al
quirófano con mucha más información sobre aspectos técnicos tales como
la talla, el eje de la rodilla, etc, y todo ello nos permite minimizar
el riesgo de error humano”, señala el Dr. Vázquez.
La
prótesis de rodilla está indicada para los casos en los que esta
articulación, una de las más complejas, padece alteraciones severas que
limitan la vida del paciente. Gran parte de ellas provocadas por la
artrosis, una enfermedad que supone la mayor causa de discapacidad en
edad avanzada.
Para elaborar esta prótesis
personalizada se realiza un TAC de la cadera, rodilla y tobillo.
Posteriormente, y por medio de una impresora 3D, se reconstruye la
rodilla del paciente y se obtienen unas plantillas de corte a medida que
servirán para la colocación de la prótesis de la manera más precisa que
existe.